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¿La empresa está obligada a dar cesta de Navidad?

¿La empresa está obligada a dar cesta de Navidad a sus empleados?

Cada diciembre vuelve la misma duda en muchas oficinas: ¿mi empresa tiene que darme una cesta de Navidad? Lo que parece un simple detalle festivo en realidad esconde más de lo que parece. Detrás de esa caja llena de turrones, embutidos o botellas de vino hay cuestiones legales, fiscales y laborales que conviene conocer.

En este artículo te contamos si la empresa está obligada a dar cesta de Navidad, cuándo puede convertirse en un derecho adquirido, cómo se declara ante Hacienda y qué deberían tener en cuenta las empresas para gestionarlo bien.

El origen de las cestas de Navidad en las empresas

Regalar una cesta de Navidad es una costumbre con mucha historia detrás. No nació como una simple acción de marketing, sino como un gesto de agradecimiento que ha ido evolucionando con el tiempo. Ya en la antigüedad, era común que los patrones ofrecieran alimentos o pequeños obsequios a quienes trabajaban para ellos durante las fiestas, como una forma de reconocer su esfuerzo.

Con los años, esta tradición se extendió a las empresas modernas. Durante el siglo XX se volvió habitual en muchos países europeos entregar cestas navideñas a los empleados como muestra de gratitud y para reforzar el vínculo con el equipo. Más allá del contenido —turrones, embutidos, vinos o dulces— lo importante era el gesto: una manera de decir “gracias por tu trabajo durante el año”.

En España, la práctica arraigó con fuerza y pasó de las grandes corporaciones a las pequeñas empresas. Hoy, para muchos trabajadores, recibir una cesta de Navidad forma parte del espíritu de las fiestas. En algunos casos, incluso se ha convertido en una tradición tan consolidada que ha acabado formando parte de los acuerdos laborales.

En definitiva, más que un regalo, la cesta simboliza cuidado, reconocimiento y pertenencia.

¿Es obligatorio dar una cesta de Navidad a los empleados? ¿qué dice la ley?

Para entender si una empresa está obligada o no a dar una cesta de Navidad, lo primero es tener claro que la ley no lo exige. En el Estatuto de los Trabajadores no hay ningún artículo que obligue a las empresas a regalar cestas navideñas. En la mayoría de los casos, se trata de un gesto voluntario: una muestra de agradecimiento hacia el equipo, no una obligación legal.

Ahora bien, hay situaciones en las que este detalle puede transformarse en algo más que una simple cortesía. Si una empresa lleva muchos años entregando la cesta sin interrupción, los empleados podrían llegar a considerarlo un derecho adquirido. Esto sucede cuando ese gesto se convierte en una costumbre constante y la empresa, con su conducta, da a entender que forma parte de las condiciones laborales.

Por ejemplo, una empresa que durante décadas ha entregado la misma cesta cada año sin interrupción puede enfrentarse a que los empleados reclamen que ese gesto se vuelva obligatorio. La jurisprudencia ha señalado que la mera costumbre no basta; hay que poder demostrar que la empresa quiso incorporar ese beneficio como parte del contrato.

También hay que tener en cuenta los convenios colectivos. En algunos sectores, el convenio establece expresamente que todos los empleados tienen derecho a recibir una cesta de Navidad. Si es así, entonces sí existe una obligación legal para la empresa, y no cumplirla supondría un incumplimiento de las condiciones laborales.

Además, puede haber acuerdos internos o cláusulas en los contratos que incluyan la cesta navideña como un beneficio más. En esos casos, aunque no lo diga la ley general, la empresa debe cumplirlo porque forma parte de lo pactado.

En resumen, para saber si una empresa está realmente obligada a entregar la cesta de Navidad hay que revisar varios puntos:

  • Si el convenio colectivo o el contrato laboral lo menciona.
  • Si la empresa la ha entregado cada año sin interrupciones y con la intención de mantener esa costumbre.
  • Si existen acuerdos o pactos que lo establezcan.
  • Y si al suprimirla se ha hecho sin comunicarlo ni negociar con los representantes de los trabajadores.

Por tanto, en la mayoría de los casos la cesta sigue siendo un detalle voluntario. Pero cuando se convierte en una tradición mantenida o está regulada por un convenio, puede pasar a ser un derecho laboral reconocido.

Implicaciones fiscales de las cestas de Navidad

Aunque se trate de un regalo, Hacienda no lo ve como un simple detalle, sino como una retribución en especie. En pocas palabras, cuando una empresa entrega una cesta a sus empleados, su valor se considera parte del salario, solo que en lugar de dinero, se da en productos. Esto tiene algunas implicaciones que tanto trabajadores como empresas deben conocer.

Cómo afecta al trabajador

  • El valor de la cesta se suma a la nómina, aunque no se reciba dinero en efectivo.
  • La empresa debe retener el IRPF correspondiente y reflejarlo en la nómina.
  • También se incluye en la base de cotización de la Seguridad Social.

En la práctica, el impacto suele ser pequeño si el valor de la cesta no es alto, pero conviene tenerlo en cuenta: no es un regalo libre de impuestos.

Cómo se calcula su valor

Para determinar cuánto “vale” la cesta a efectos fiscales, se toma como referencia el precio de mercado o el coste real que pagó la empresa. En algunos casos se aplican pequeños descuentos (por ejemplo, hasta un 15 %) si los productos se compraron en grandes cantidades o estaban en stock.

En resumen, el valor declarado debe ser razonable y reflejar el precio habitual de los productos que incluye el lote.

Qué implica para la empresa

Desde el punto de vista de la empresa, entregar cestas de Navidad puede tener ventajas, pero también requiere orden y claridad contable:

  • Gasto deducible: puede deducirse en el Impuesto sobre Sociedades si se demuestra que forma parte de los “usos y costumbres” de la empresa con sus empleados.
  • No es un donativo: por lo tanto, se considera un gasto relacionado con la actividad laboral.
  • IVA no deducible: si se trata de un regalo sin contraprestación directa, no se puede desgravar el IVA.
  • Documentación obligatoria: deben conservarse facturas, registros y justificaciones del reparto.

Por ejemplo, si una empresa reparte cien cestas y las contabiliza como “regalos al personal”, puede deducir ese gasto siempre que quede bien reflejado y justificado.

Buenas prácticas para evitar problemas con Hacienda

Implicaciones fiscales de las cestas de Navidad
  • Valorar bien las cestas, sin inflar ni subestimar su precio.
  • Registrar correctamente el gasto y las retenciones aplicadas.
  • Comunicar la entrega a los empleados de forma clara.
  • Evitar improvisar o entregar regalos sin registro, ya que podría considerarse un gasto no deducible.
  • Si se sustituye la cesta por otro tipo de obsequio, debe quedar pactado y valorado igual que la cesta.

¿Qué pasa si la empresa deja de dar la cesta de Navidad?

Si la empresa ha entregado la cesta durante muchos años seguidos y los empleados pueden demostrar que era una práctica constante, podría entenderse que forma parte de sus condiciones laborales. En ese caso, retirarla sin justificación puede considerarse un incumplimiento, y los trabajadores tendrían derecho a reclamar que se restablezca el beneficio o a ser compensados.

Por el contrario, si la cesta siempre fue un regalo ocasional y nunca se mencionó en el contrato ni en ningún acuerdo, la empresa puede dejar de darla, aunque se recomienda comunicarlo con tiempo y explicar los motivos para evitar conflictos.

En definitiva, dejar de dar la cesta de Navidad no siempre es tan simple como parece. Si es un gesto voluntario, la empresa puede suspenderlo; pero si con los años se ha convertido en un derecho o está regulado, quitarlo sin más puede traer consecuencias legales y de clima laboral.

Beneficios de regalar una cesta a tus empleados

Aunque no es una obligación legal, regalar una cesta de Navidad sigue siendo una de esas tradiciones que unen, motivan y dejan huella.

  • Reconocimiento: el empleado siente que su esfuerzo durante el año ha sido valorado.
  • Pertenencia: refuerza el sentimiento de formar parte del equipo.
  • Cuidado y cercanía: demuestra que la empresa se preocupa por su gente más allá del trabajo.

Cuando la cesta refleja la personalidad o el espíritu de la empresa, el detalle se vuelve aún más especial.

¿Cuándo debe la empresa entregar la cesta de Navidad a sus empleados?

Las cestas de Navidad suelen entregarse en diciembre, aunque algunas empresas lo hacen un poco antes, en torno al 8 de diciembre, coincidiendo con el Día de la Inmaculada. Esto permite que los empleados disfruten de los productos durante toda la temporada festiva.

Preguntas frecuentes sobre las cestas de Navidad en las empresas

Si tu empresa nunca ha entregado una cesta y no está recogido en el convenio colectivo, no existe obligación de hacerlo. En ese caso, se trata de una decisión totalmente voluntaria.

Depende. Si la empresa llevaba muchos años entregándola sin interrupciones, podría considerarse un derecho adquirido. En ese caso, podrías reclamar que se mantenga o se compense de alguna forma. Pero si se trataba de un detalle ocasional, sin mención en el contrato o en el convenio, la empresa puede dejar de darla sin consecuencias legales.

Sí, aunque muchos no lo sepan, Hacienda considera la cesta de Navidad como una retribución en especie. Esto significa que su valor se suma a la nómina del empleado, se le aplica IRPF y cotiza a la Seguridad Social.

Las cestas más apreciadas son las que combinan productos de calidad y una presentación cuidada. Lo importante no es tanto la cantidad como la experiencia que transmiten.

Por ejemplo, detalles gourmet o de importación, como los productos alemanes de Kommen, ideales para crear una experiencia gastronómica distinta y memorable.

Por supuesto. De hecho, muchas empresas aprovechan las cestas como una forma de mantener la conexión y la cercanía en equipos híbridos o distribuidos.

Como ves, las cestas de Navidad son mucho más que un simple regalo. Se trata de una tradición con raíces profundas, que a veces puede considerarse un derecho adquirido, dependiendo de la situación de la empresa y de los convenios colectivos. Aunque no siempre es obligatorio, regalar una cesta de Navidad tiene numerosos beneficios para mejorar el ambiente laboral y la relación entre empresa y empleados.

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