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6 vinos alemanes que merecen un hueco en tu bodega

Cuando se piensa en vino alemán, lo más habitual de aquellos que conocen un poquito es pensar en el Riesling. Aunque el Riesling es sin duda de los vinos alemanes más populares, las 13 regiones productoras de vino del país producen también una gran cantidad de vinos blancos y tintos.

Desde los más afrutados y dulces hasta los más secos, aquí te dejamos una lista de variedades de vino alemán que todo amante del vino debería probar.

Riesling

El Riesling es probablemente el vino insignia de Alemania. No solo por tradición, sino por números, ya que constituye más de una quinta parte de todas las variedades de vino cultivadas en el país.

Se trata de un vino muy aromático, de sabor afrutado o floral, y tiene un alto nivel de acidez que a menudo se equilibra con azúcar. Combina bien con una gran variedad de platos, principalmente pescado y cerdo, pero también con platos más picantes.

Spätburgunder (Pinot Noir)

La Spätburgunder es, sin duda, la variedad de uva para vino tinto más popular de Alemania y la ganadora de varios premios importantes.

Esta variedad se cultiva en las 13 regiones vinícolas de Alemania. La diferencia de clima y suelo entre estas regiones da lugar a una diferencia de sabor, aunque todas las variedades de Spätburgunder cultivadas en Alemania tienen en común un sabor sabroso y elegante.

El vino Spätburgunder alemán tradicional es de color y cuerpo ligeros y tiene un nivel de acidez menor. Sin embargo, también son populares los Spätburgunder más oscuros, de gran cuerpo y con mayor nivel de acidez.

Eiswein

Podrías pensar que el frío no es bueno para la producción de uva, pero el delicioso vino Eiswein se produce en realidad a partir de uvas congeladas de forma natural en los viñedos. La mayoría de los Eiswein son ligeros, dulzones y frescos como la miel, con un claro sabor afrutado o floral.

Es un vino perfecto para la sobremesa o el postre.

Sauvignon Blanc

El Sauvignong Blanc alemán es una variedad de uva que está creciendo rápidamente en popularidad entre los consumidores y viticultores alemanes, logrando algunos de ellos, varios premios internacionales en los últimos años.

La característica inconfundible del Sauvignon Blanc es su fuerte aroma a hierbas, grosellas y frutas verdes. Combina bien con platos de pescado y marisco o pasta con salsas de crema.

St. Laurent

Aunque esta variedad estuvo a punto de perderse en Alemania en la década de los 60, tras unos años de cultivo de conservación, los viñedos volvieron a tener material de plantación.

Y menos mal, ya que los vinicultores consideran en su mayoría esta variedad de uva como un complemento de su oferta de vinos tintos de alta gama.

Los vinos de St. Laurent alemanes suelen ser sofisticados y muy adecuados para una cena gourmet. Por lo general, son fuertes, de color rojo intenso, a la vez que frescos y afrutados, con aromas de bayas de saúco o cerezas silvestres.

En función de su afrutado y densidad, pueden maridar con platos más ligeros o más fuertes, como la caza y los quesos curados.

Dornfelder

Entre las nuevas variedades de uva, la Dornfelder es de las más prometedoras. La mayor parte se cultiva en las regiones de Pfalz y Rheinhessen.

Los vinos Dornfelder son de un color mucho más intenso que otros tintos alemanes y combina perfectamente con los favoritos de un viernes por la noche, como la pizza, unas deliciosas albóndigas o cerdo asado.


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