Tiempo de preparación
20 min
Tiempo de cocinado
30 min
Tiempo total de cocinado
50 min
Número de comensales
4
Tipo de plato
Plato Principal
Especialidad de
Suabia (Baden‑Württemberg, sur de Alemania)
Si te gustan los platos con queso fundido, suaves y llenos de sabor, tienes que probar el Käsespätzle mit Röstzwiebeln. Esta receta tradicional del sur de Alemania une lo mejor de su cocina casera: pasta fresca, mucho queso y cebolla dorada. Es fácil de preparar y perfecta para disfrutar en familia o sorprender a tus invitados con algo diferente y delicioso.
¿Qué es el Käsespätzle y por qué es tan popular en Alemania?
El Käsespätzle es una receta tradicional del sur de Alemania, especialmente de la región de Suabia (Schwaben), en zonas como Baden-Württemberg y Baviera. Su nombre proviene de la unión de dos palabras alemanas: Käse, que significa queso, y Spätzle, una especie de pasta casera hecha con harina, huevo y un poco de agua.
Este plato se prepara mezclando los spätzle cocidos con una generosa cantidad de queso rallado que se funde con el calor y, para rematar, se cubre con cebolla frita crujiente. El resultado es una combinación perfecta de sabores suaves, intensos y texturas llenas de contrastes.
¿SABÍAS QUÉ? Esta receta tiene mucho valor sentimental para los alemanes. Huele a hogar, a familia, a recuerdos. Y aunque su origen es regional, se ha ganado el corazón de todo el país, convirtiéndose en un símbolo de la cocina alemana tradicional.
Cómo preparar Käsespätzle mit Röstzwiebeln paso a paso
Paso 1: Preparar la masa de Spätzle
Te recomendamos leer primero nuestra receta dedicada de Spätzle casero, donde explicamos con detalle cómo hacerlos desde cero. Sin embargo, aquí te dejamos también un resumen rápido para que puedas seguir la receta al completo.
- En un bol grande, mezcla unos 300 g de harina con una cucharadita de sal, 4 huevos y unos 120 ml de leche o agua. Si lo deseas, añade una pizca de nuez moscada para darle más sabor.
- Remueve bien con una cuchara de madera o varillas hasta obtener una masa homogénea, algo espesa y elástica.
- Deja reposar la mezcla unos 10 a 15 minutos para que se asiente.
- Pon una olla grande con agua con sal a hervir.
- Cuando esté lista, ve dejando caer la masa en el agua hirviendo a través de un espätzle-maker, un colador grueso o incluso una tabla con cuchillo.
- Verás que las pequeñas piezas de masa subirán a la superficie cuando estén cocidas (en unos 2 minutos).
- Sácalas con una espumadera, escúrrelas bien y pásalas a un bol con un poco de mantequilla para evitar que se peguen entre sí.
Nota: Si ya tienes spätzle preparados o comprados, puedes reducir considerablemente el tiempo de preparación y pasar directamente al montaje del plato.

Paso 2: Freír las cebollas (Röstzwiebeln)
Esta parte es clave. Las cebollas doradas son lo que eleva este plato de sabroso a inolvidable.
- Pela 2 cebollas grandes y córtalas en tiras finas.
- En una sartén amplia, derrite una cucharada generosa de mantequilla o calienta un chorro de aceite.
- Añade las cebollas con una pizca de sal. Si quieres potenciar su dulzor natural, puedes agregar también una pizca de azúcar.
- Cocina a fuego medio-bajo durante unos 15 a 20 minutos, removiendo de vez en cuando. El objetivo es que queden bien doradas, suaves por dentro y crujientes en los bordes.
- Cuando estén listas, retira del fuego y reserva un tercio para decorar el plato al final.
Paso 3: Montaje del plato con queso
Ahora llega la parte más sabrosa: combinar todos los elementos para que se fundan en una delicia irresistible.
- Precalienta el horno a 190 °C.
- Unta una fuente de horno con un poco de mantequilla.
- Coloca una primera capa de spätzle en el fondo, luego una capa de queso rallado (una mezcla de Emmentaler y Gruyère funciona de maravilla) y después una parte de las cebollas fritas.
- Añade una pizca de pimienta negra molida y repite el proceso hasta agotar los ingredientes. Lo ideal es terminar con queso y cebolla en la parte superior.
- Lleva la fuente al horno durante unos 10 a 15 minutos, hasta que el queso esté bien derretido y burbujeante, con un tono ligeramente dorado.
- Sácalo del horno y deja reposar 2 o 3 minutos antes de servir.
Paso 4: Servir y disfrutar
Sirve tu Käsespätzle caliente, justo cuando el queso aún está fundido y los spätzle tiernos. Espolvorea por encima un poco de perejil fresco picado si te apetece darle color y frescor.
No dejes que se enfríe demasiado: este plato gana mucho con el calor del horno recién salido. ¡A disfrutar!

Cómo acompañar el Käsespätzle mit Röstzwiebeln
Aquí tienes varias ideas:
Ensaladas que refrescan y equilibran:
- Ensalada verde con vinagreta de mostaza y miel: una mezcla de lechuga, rúcula o espinaca con una vinagreta ligera ayuda a cortar la cremosidad del queso.
- Kartoffelsalat templada: la ensalada de patata alemana clásica combina muy bien por su acidez suave y textura cremosa. Aquí te dejamos la receta completa de la ensalada de patata Alemana.
- Ensalada de pepino alemana con eneldo o pepinillos finos: su frescor y toque ácido limpian el paladar entre bocado y bocado.
Bebidas que acompañan de maravilla:
- Cerveza tipo Helles o Lager: ligera, dorada y con el punto justo de amargor para refrescar.
- Vino blanco Riesling seco: perfecto para equilibrar la untuosidad del queso con su acidez afrutada.
- Opciones sin alcohol: agua con gas y rodaja de limón, o una limonada casera suave, aportan frescura sin robar protagonismo. Aquí te dejamos una lista con varias opciones de las mejores bebidas sin alcohol alemanas.


Panes y guarniciones sabrosas:
- Pan rústico o de centeno alemán: ideal para mojar en el queso derretido.
- Compota de manzana (Apfelmus): en algunas zonas del sur de Alemania, este contraste dulce-acidulado se sirve junto al Käsespätzle.
- Tocino crujiente o champiñones salteados: una opción para quienes buscan más intensidad y textura.
Consejos del chef para un Käsespätzle perfecto
- Elige bien el queso: opta por quesos que fundan con facilidad y tengan sabor, como Emmentaler, Bergkäse o Gruyère. Evita los quesos blandos que sueltan agua.
- Cebollas crujientes sin quemarlas: cocínalas a fuego medio‑bajo, removiendo con calma. La clave es que queden doradas y dulces, no amargas.
- Distribuye bien las capas: coloca pasta, queso y cebolla de forma uniforme para que cada cucharada tenga todos los sabores.
- Hornea lo justo: retira el plato cuando el queso esté fundido y ligeramente dorado. Si lo dejas demasiado, se resecará.
- Sírvelo enseguida: el Käsespätzle está en su mejor momento recién salido del horno, con el queso aún cremoso.
- Añade un toque final: un poco de perejil o cebollino aporta frescura. También puedes espolvorear migas de pan tostadas con mantequilla para un extra crujiente.
- Para ocasiones especiales: si quieres darle un toque más festivo, prueba a añadir un poco de jamón crujiente, panceta salteada o incluso más cebolla frita por encima. Le da un plus de sabor y lo convierte en un plato digno de celebración.
Preparar Käsespätzle mit Röstzwiebeln en casa es disfrutar de un clásico alemán que reconforta, llena de sabor y se adapta a distintos gustos y momentos. Este gratinado de spätzle con queso y cebolla se convertirá, sin duda, en uno de tus platos alemanes favoritos.
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